Tropiezo
Escrito por Don Rafael Meza Ramírez
Jugó con la voz de los cantores
del magnífico coro, con canciones
que cantaban al Dios de los altares,
alabanzas, ruegos, bendiciones.
Quiso el destino, que la sombra suya,
tapara por descuido la importante nota,
desafinó la orquesta y con ella el coro,
furioso el director, golpeó su bota.
Se inclinó el director ante la audiencia
pidió disculpas por la falta cometida,
demostró con su acto, gran conciencia,
y empezó de nuevo, la excelsa melodía.
La orquesta de afinados instrumentos
afirmó la voz de los cantores,
y el coro magistral, ya sin lamentos,
logró pedir al cielo, sus favores.