El Pucará del Cerro La Muralla
(Un cuento de la Ñaña)
Los segundos domingos del mes de Septiembre se lleva a efecto en San Vicente de Tagua Tagua, una romería al cerro La Muralla, ubicado en su parte poniente en el fundo Santa Inés justo frente a las que fueran las márgenes de la Laguna de Tagua Tagua.- En lo alto de ese cerro, en una gran explanada una imagen de la virgen de Fátima preside las misas que se ofrecen en su honor.- Como a unos cincuenta metros mas alto de esa explanada existen los cimientos de lo que fuera un «pucará» construido por los incas varios siglos atrás.¿ Quiénes y que vigilaban desde esa altura, hombres que normalmente vivían a mas de tres mil kilómetros al norte?.- ¡Misterio…nada mas que eso, misterio!
Corría el año 1930….yo tenía mas de 12 años, me gustaba leer algunos libros de la pequeña biblioteca familiar, los sábados comprábamos El Peneca y Don Fausto, las dos revistas mas leídas en esa época, pero mucho, mucho más, nos interesábamos mi hermano Ramón y yo, los cuentos, las leyendas y las anécdotas que nos contaba la Ñaña, antigua empleada de la casa, que tenía un record difícil de igualar, crió tres generaciones de la familia y atendió una cuarta.- Hace muchos años jubilada, mejor dicho, retirada del servicio, (en ese tiempo no existían las jubiladas del servicio domestico), pero en cambio, continuaban en las casas donde sirvieron, hasta completar sus años de vida.- En el caso de la Ñaña, doña
Andrea Garrido Núñez, demoró bastantes años en completarlos, porque falleció a la edad de 115 años, el 7 de Abril de 1931 a las siete de la mañana, en el hospital de San Vicente, y fue sepultada bajo el mausoleo de la familia.- En el año de nuestra historia, la Ñaña tenía un cuerpecito desastroso, inclinada hasta la exageración, al extremo de que para no irse adelante usaba un pequeño bastón de cabeza que manejaba con una agilidad increíble. Ese cuerpecito tan apergaminado por el tiempo, soportaba una cabeza que ya se la quisiera un magistrado, una verdadera computadora viviente, con una memoria de varios mega.- Esa noche, mejor dicho esa tarde, hacía poco se había entrado el sol en ese día del mes de Junio, estábamos pasando el frío junto al bracero de la Ñaña, afuera llovía con un entusiasmo digno de la mejor causa, se sentían los chorrillos de agua que caían de las canaletas del tejado, al primer patio de la casa, que hoy es la calle Dr. Luis Ibáñez en San Vicente.-
Nos servimos una especie de onces comida, porque papá estaba en Tunca, en casa de tía Julia, solo acompañábamos a la Ñaña, tía Ana, mi hermano Ramón y yo.- ¡Andrea, cuéntanos de tus amigos del Pueblo de Indios, siempre te acuerdas de la gente del pueblo que va para esos lados, pero nunca de ellos mismos, dijo tía Ana.- La Ñaña, chupando lentamente la bombilla de su infaltable mate, la quedó mirando, arrugó mas aún su apergaminado entrecejo y dijo entre dientes; ¿Que dirían los viejos si les contara lo del pucará de cerro la muralla?.- A ver, cuenta Andreíta,,- La Ñaña cuando estaba de buenas, lo que no era muy seguido, nos contaba cuentos y leyendas que ella llamaba historias ciertas, leyendas que no sé de donde las sacaba, siempre echándole la culpa a otros de sus historietas, me lo contó fulano, se lo escuché a sutano, me lo dijo p’a callao merengano, en fin nunca era ella la inventora de las a veces inverosímiles historias, que muy rara vez eran de brujas, de aparecidos, de magos o de hadas, siempre con un toque de algo verídico.- Esta vez, después de pensar un rato, como que se decidió a hacer algo impropio, levantó la cabeza y nos dijo: Yo no sé si debiera, porque esto lo contó en parte el cacique Molina, y lo principal, el Lonco Quitrahue, pero como ellos hace ratito están muertos, o sea, ya han pasado como noventa años y ya no queda nadie que me venga a decir, que lo que cuento es pura mentira o es verdad, lo que es a mi, me parece que es leyenda…… Pero, ¿ y el pucará…y el sol…y las lunas…. y el Inca…y Millahue…..y Coya, y por último el miedo a la maldición, de esta gente ?-
El Lonco que era el que mas sabía, dijo que esta historia se trasmitía de padres a hijos desde muchos años, pero siempre a nivel de jefes, para evitar que los jóvenes escarbaran en los cerros y cayera sobre ellos la maldición, que no podía ser otra que si encontraban algún tesoro, o cualquiera cosa parecida, automáticamente este sería del huinca, que se había hecho dueño de la tierra donde lo encontrara, y por eso podía hasta perder la vida, porque los “huincas”, (hombres blancos) podían ser ricos, pero nosotros los pehuenches no teníamos derecho ni siquiera a la tierra, siendo nuestra de verdad.- No se puede negar que eran sabias las conclusiones del Lonco Quitraue.- Es por eso que los nuestros no se interesan. Ahora si lo encuentra un blanco, lo único que puede ocurrir es que se haga tan rico, que compre todo el valle con su gente y todo ser viviente y se haga Toqui, (Jefe de los jefes).- Después de pensar un rato, me dijo el Lonco; Usted sabe misiá Andreita, que yo me quedé solo, se murieron mi mujer y mis hijos en la peste grande, yo no sé como me libré, así es que no tengo a nadie de confianza para trasmitirle esto que me quema la boca…. Imagínese si hasta el cacique Molina es hijo de un Huinca.- Yo quisiera que usted se hiciera cargo de este secreto.-
¡Pero yo también lo soy Huinca!…. Está bien Andreíta, pero Ud. es otra cosa, yo la autorizo para que lo cuente después que yo muera, a quién crea conveniente, a mí ya no me va a importar aunque quede el desparramo, porque los codiciosos va a hacer nata, y aunque esta leyenda sea solo cuento de nuestros viejos.- El Lonco respiró fuerte y así comenzó su historia, que yo escribo de labios de la Ñaña, comentando algunos dichos para mejor entendimiento, si ello es posible:
Cuentan mis antiguos que tomaron unos cautivos de la enorme columna de gente y animales que avanzaba desde la cordillera por la orilla del río, sacándole el cuerpo a los tupidos bosques que lo orillaban, dicen que los amarraron y ni con azotes dijeron nada, pero con pinchos de tizones encendidos contaron que venían de Cajamarca en el alto Perú y que venían en misión secreta que ni ellos sabían de que se trataba y solo lo sabían los jefes de la expedición y el sacerdote principal que los acompañaba.- Confesaron que venían huyendo de unos hombres vestidos con ropas de metal y de mas mal olor que los nuestros, que nos estaban haciendo esclavos, mas que los incas, porque estos nos trataban muy mal, y nos quitaban todos nuestros recuerdos.- También los objetos sagrados de los dioses y de sus tribus cosas que eran intocables para los jefes Incas, se las quitaban a viva fuerza.- Y es por eso que recibieron ordenes de ocultar todos los objetos valiosos donde los invasores , jamás pudieran encontrarlos, hasta que el imperio volviera a resurgir.- Decían que cuando sus jefes y sacerdotes vieron que a pesar de hacerle el peso en oro a su Inca Atahualpa para dejarlo libre como era lo ofrecido, siempre lo mataron, exigiendo mas oro.- Al ver su codicia, decidieron esconder sus tesoros en los mas lejanos lugares de los cuatro reinos del Imperio.- El Imperio llamado TAHUANTISUYU, se dividía en cuatro regiones, reinos o SUYUS de nombres: CHINCHASUYU al norte, ANTISUYU al este, CONTISUYU al oeste y COLLASUYU al Sur, de ahí el nombre del imperio incaico Tahuantisuyu, ( Cuatro Suyus).- En quechua TAHUA es “cuatro”.-
De manera que ellos venían a esconder los objetos sagrados donde nadie pudiera encontrarlos, y para que nadie pudiera seguirlos tomaron el camino mas difícil, el de los “Chasquis” (correos de los incas).- Esta ruta era por las faldas de la cordillera de lo Andes, y se hacía más dificultosa por la tremenda impedimenta que significaba la gran cantidad de bultos y el peso de los mismos, ya que algunas llamas cargaban algo de poco volumen, pero al parecer de bastante peso.- Pero por ella podían viajar evitando que los nativos de los valles los atacaran, sin embargo mas de la mitad de los que salieron, dejaron sus huesos en el camino.- Camino que ha veces era un simple sendero de guanacos, pues aún no estaban terminados al estilo Incaico como mas al norte, verdaderos caminos con piedra canteada.- Este no era un camino apropiado para transitar hombres y animales cargado, pero el secreto de su destino era por demás importante.- Se detuvieron en el nacimiento del río Cachapoal, (río loco) para dar sepultura a una de las princesas Incas que venía en la caravana, lo que fue hecho con honores, y sobre su tumba se erigió una pirámide de piedras y al lugar se le llamó COYA que en quechua peruano significa Princesa.- Bajaron por el costado sur del río loco, y avanzando lentamente, atravesaron tupidos bosques, cruzaron ríos y esteros, sin embargo se notaba que tenían una meta prefijada de antemano a pesar de no seguir ninguna senda ni camino, pues estos prácticamente no existían.-
Y es por eso que iban dejando muestras de su paso, y de cuando en cuando dando cuenta de lo obrado, para ello se servían de figuras o signos pintados o esculpidos en especial en piedras que pueden permanecer en el tiempo.- A la entrada del valle donde está la laguna, el jefe ordenó dar cuenta en las rocas del cerro de “Malloa” (greda blanca).- Para eso indicó pintar un sol más grande, mirando hacia el oriente, (con el correr del tiempo los lugareños le pusieron >Cerro del sol pintado< al cerro de Malloa.-
Con eso indicaron que los hijos del sol eran los que dejaron muestra de su paso, luego en el lado sur del cerro pintaron siete lunas blancas con rayos, dando cuenta con eso del tiempo que demoraron en llegar hasta ahí, las lunas son casi un mes, los rayos los días de descanso en cada mes y en la luna del lado sur , dos rayos con cuatro nudos como un homenaje al Imperio dándole el nombre al valle donde iban a entrar, cuatro- cuatro, en quechua, TAHUA TAHUA.- El cuarto SUYU de los cuatro del imperio TAHUANTISUYU (cuatro suyus) .- Siete lunas son mas de seis meses de viaje a pie desde el alto Perú ,mas de tres mil kilómetros.-
También las siete lunas están pintadas en el oriente del cerro mirando hacia PELEQUEN (pájaros de barro).-De manera que según Ud, Andrea, ¿Nada que ver las taguitas en esto del nombre del valle? dijo tía Ana.-
No es cuento misiá Anita, si hasta el Molina chico, que sabía poco de esto, decía que era cierto.-Y también lo de la laguna.- Acuérdese que yo conocí como era la laguna antes de secarla, y yo no sé para que lo hicieron, era tan bonita, grande como un lago, con el agua límpida , sin viento era un espejo, en que se reflejaba el cielo, rodeada de árboles, y playas de pasto y en los bajíos unos totorales mas altos que una casa, a lo lejos se veían los chivines (islas flotantes) hasta con animales pastando en ellos.- A mis amigos los tiraron para estos cerros, con riesgo morirse de hambre, acostumbrados a la pesca tan abundante de la laguna, si no fuera por los árboles de los bosques con abundante caza y frutas silvestres, como los cóguiles, (fruta de una enredadera que se entrelazaba en los árboles) que ahora no existe, como tampoco los árboles similares a los del sur, donde merodeaban hasta los animales salvajes, como los pumas, los pudus, pequeños servatillos y tantos otros, de la fauna chilena, bosques que se los comió “el progreso”.-Para sobrevivir a sus otras necesidades debieron dedicarse a la artesanía de loza de greda en lo que se hicieron muy expertos.- Allí aprovecharon las enseñanzas de los incas capturados, que les comunicaron secretos para fabricar las famosas tinajas de greda, que hoy día se usan de adorno y que fueron los frigideres del campo hasta los años treinta..- En ellas se conservaban semillas, forrajes para los animales, aceites, chichas, vinos, miel, etc. etc.- Para fabricar estas tinajas, primero construían con varillas de mimbre un canasto con la forma y tamaño de la tinaja que deseaban modelar, luego cubrían este canasto con una pasta hecha con bostas de animales que se alimentan exclusivamente de vegetales, hasta darle la suavidad que tendría el interior de la futura tinaja, una vez seco este trabajo, se procede a cubrirlo con la greda previamente amasada con los ingredientes necesarios, juntos a la greda y arena, sus principales componentes, se dejan secar a la sombra bastante tiempo, antes de aplicarles fuego por dentro y por fuera.- Todo el interior es combustible.- La Tinaja está lista para ser «curada».- Es decir un proceso que hace que las paredes de la tinaja queden impermeables.-
En ese tiempo no solo la laguna estaba rodeada de árboles, hasta donde alcanza la vista, incluyendo los cerros todo estaba cubierto de vegetación, con árboles como los del sur, Coigues, el árbol mas grande del bosque chileno, Robles pellines, Mañios, lingues, raulí, araucarias, lumas, palmas, corcolenes, ahora solo quedan, boldos, litres, peumos, espinos, quilas, colihues, tebos y un montón de árboles extranjeros como eucaliptus, álamos, pinos bambúes , un montón de zarzas y que se yo cuantos mas.-
Bueno, misiá Anita , quiere que le siga contando o ya les dio sueño ? y tú pájaro chico, que me estas mirando con los ojos tan abiertos como chucho, me dijo la ñaña y me pinchó con el bastón.
Siga nomás Andreíta, está muy bueno su cuento.-¡ Eh, ahora Andreíta y las demás veces, Ñaña p’a arriba, Ñaña p’a abajo.- Bueno, no importa, me agrada que le gusten los cuentos de su Ñaña.-
Mientras tanto, la caravana encabezada por un personaje alto, de aceitunada tez, impresionante con sus ricas vestiduras de estilo incaico, confeccionadas con finas lanas de vicuña lo que denotaba su procedencia, mas aún su perfil característico.- Era sin duda un alto jefe o un importante sacerdote.-
La caravana la componía, de gran cantidad de hombres de baja estatura, muy fornidos, que cargaban grandes bultos que se turnaban para llevar, mientras unos cargaban los bultos grandes, otros descansaban llevando bultos menores, esto lo hacían cada tanto trecho, solo con una simple seña se cambiaban.- Una especie de capataces marchaban a sus costados sin hostigarlos, ni con gritos, ni con la fusta que colgaba de su cintura, al parecer todos sabían lo que tenían que hacer sin necesidad de apremios.- Al entrar al valle de Tahua Tahua, pasaron el vado del estero ( Hoy, estero Zamorano, siguieron por «El Tambo», ( del quechua, «tampu» o posada) hasta el costado sur del estero, por cuya isla continuaron bordeando sus agua hacia el poniente.- Sin apartar los ojos del bosque, porque sabían que otros ojos los observaban con rencor desde la tupida selva, por haber invadido su territorio, aunque aparentemente sin ánimo belicoso, sin embargo los deseos de los nuestros era apoderarse de algunos de los rezagados para hacerlos confesar sus intenciones y saber de donde venían con tanto cargamento.- Y si lo hacían en son de paz o de guerra, que en esa época era lo más importante.- A los nuestros, decía el Lonco, les preocupaba que el grupo grande de portadores, fuera guarnecido por hombres armados de lanzas, arcos y flechas y una especie de maza colgando de su cintura, además sus pechos y cabeza cubiertos por protecciones de grueso cuero, verdaderos soldados que miraban alertas hacia la espesura que los rodeaba y desde la que los nuestros seguían sus pasos.-
Cuando estaban obligados a entrar en el bosque, un grupo numeroso de soldados premunidos de grandes cuchillos iban adelante abriendo camino para el mejor desplazamiento de la caravana.-
A los mas viejos de los nuestros les picaba la curiosidad por saber lo que llevaban con tanto misterio.- ¿Que llevaban los extranjeros en tantos bultos? ¿Por que tanto cuidado? No pueden haber sido alimentos, pues estos iban adelante y sin tanto resguardo.- La carga mas pesada era llevada en angarillas que cuatro hombres sostenían sobre sus hombros protegidos por sus mantas dobladas.-
En una de las angarillas llevaban una hermosa mujer de cutis mas claro, a la que seguía un grupo numeroso de mujeres que caminaban a pié calzadas con una especie de sandalia de cuero amarrada con correas a la pierna.-Alguna de las llamas y vicuñas que integraban la comitiva cargaban a sus costados unos cueros convertidos en bolsas, llenas de aceites, licores o grasas, y otras muy vigiladas cargaban unas cajas de finísima manufactura.- Entre la espesura que bordeaba el camino que iban abriendo los soldados que encabezaban la columna, los ojos inquietos de los nuestros seguían los movimientos de los invasores y a juzgar por sus gestos el grupo que avanzaba no era de su agrado, y sin embargo no demostraban apuro por impedir que siguieran su camino, que continuaron sin problemas hacia el poniente del valle, siempre bordeando el río hasta llegar a los cerros del NICHE (tapa del viento), allí el río dobla hacia el norte, en cambio la caravana siguió al sur, por la falda de los cerros que en ese lugar forman un estrecho valle que lleva directamente a la ribera de la laguna o COCHA TAHUA TAHUA como la llamaron ellos.-
Llagados a la ribera norte de la laguna siguieron por su orilla hacia el poniente, después de detenerse maravillados por el salvaje esplendor de ese verdadero lago de tres mil cuadras de superficie, mas de cuarenta y siete mil hectáreas, rodeado de los hermosos árboles descritos anteriormente, donde ahora destacan los enormes Quillayes, las Pataguas, los vengativos litres, y los copudos Sauces llorones, que con sus largas ramas van lamiendo suavemente las límpidas aguas del maravilloso lago, en las que se reflejaba el azul del cielo surcado de blancas nubecillas que como en un inmenso espejo que al ponerse el sol se tornaban en preciosos arreboles. El paradisíaco valle ocultaba entre su flora selvática, el encono de sus moradores permanentes, al ver invadido su territorio, y si aún no se hacían sentir era por la enorme superioridad numérica de los invasores y el impresionante aparatáje bélico de sus guardianes.-
Después de recorrer los alrededores para evitar ser seguidos, continuaron por la ribera norte hacia el poniente hasta llegar al cerro y allí doblaron al sur hasta el pié de la quebrada grande, donde armaron un campamento rodeado de centinelas.- Después de un día de descanso, salieron varios grupos estudiando los alrededores, subieron los cerros que recorrieron por muchos kilómetros a la redonda e informaron al jefe de su cometido.- Todos estos movimientos sospechosos duraron varias semanas sin mover el campamento.- Hasta que un día el jefe dio una escueta orden, y un grupo numeroso se puso en camino cargando los bultos que tanto cuidaban, subieron los cerros en misión secreta, porque nadie del campamento los siguió, demoraron bastante tiempo en volver, y solo una vez bajó un grupo para llevar provisiones sin dar explicaciones a las preguntas de algunos.- El lugar se llamó MILLAHUE (lugar del oro).- Lo extraño es que volvieron menos que los que subieron. ¿Dónde quedaron los otros? No se supo si bajaron pero a nadie del campamento se preocupó por eso.- Los que volvieron solo traían las herramientas.- De los bultos nada, ¿ Quedarían al cuidado de los que no volvieron?.-
De inmediato se levantó el campamento y volvieron por donde habían llegado, pero no siguieron hacia el NICHE, se dirigieron hacia el cerro que en ese lugar está tan cortado a pique que parece una muralla, y que desde lo alto domina todo el valle, y especialmente la entrada a la laguna.-
En lo alto se ordenó construir un pucará, que es una especie de fuerte de centinelas, hecho de piedras superpuestas pegadas con barro macerado revuelto con tallos de hierbas que abundan en el lugar.- Al pie de este cerro se instaló el campamento definitivo con el nombre de EL INCA, igual que el puente que cruza el riachuelo por donde desagua el cerro, Puente del Inca.- Ahí está, ahora de concreto armado.
Han pasado los años, mejor dicho los siglos, porque desde que la Ñaña nos contó este cuento, o leyenda, ¿sería historia? Vaya Ud. a saber.- La Ñaña murió el 7 de Abril de 1931 a la edad de 115 años, cuando le contaron esta leyenda tenía 25 años, o sea cuando nos la contó habían pasado 90 años, y ahora que me atrevo a contársela a todos, desde 1930 han pasado otros 70 años, o sea un siglo y medio mal contado, y si nos remontamos a los años en que fue muerto ATAHUALPA, tiempo que según lo descrito han pasado nada menos que 465 años.- Mas de cuatro siglos y medio, y como todavía no se encuentra el famoso tesoro de los INCAS, uno se pregunta: ¿Será simple coincidencia todos estos factores?
No se, yo tengo buena memoria para acordarme de cosas del pasado, por lo menos me hago la ilusión que la tengo, puede que algo se me olvide, es normal.- Sin embargo reconozco que olvido con cierta facilidad lo ocurrido en el día, no todo por supuesto pero sí, lo de menor importancia, como por ejemplo, nombres de personas o cosas.- Me dicen que soy volado. Los nombres de las personas que me presentan se me olvidan con facilidad, sus caras no tanto, pero me cuesta ponerle un nombre a esa cara.-
Sinceramente creo que la grabadora de mi computadora cerebral ya no graba bien, pero lo que grabó
es difícil que se olvide.-¿ Le ocurrirá lo mismo a las personas tan ‘antiguas’ como yo? De todas maneras sigo con el tema antes que se me olvide.- Decía de las coincidencias, uno se pregunta, ¿Porque
arriba en el mineral EL TENIENTE la parte baja a orillas del río se llama COYA? ¿Porque el sol y las lunas del CERRO DEL SOL PINTADO en Malloa? ¿Porque el nombre de TAGUA TAGUA por culpa de un par de pajaritos? ¿Porque EL INCA? ¿Porqué MILLAHUE lugar del oro? ¿Porqué EL PUCARÄ del cerro LA MURALLA? ¿Que vigilaban, soldados Incas des ese pucará? ¿Que les ocurrió a esos soldados? De ese pucará hoy día quedan solo los cimientos o muestra de ellos.- Eso es lo que vi hace varios años.- ¿ Porqué este misterio guardado para siempre? ¿PARA SIEMPRE?
AZEM LEAFAR = RAFAEL MEZA RAMIREZ
San Vicente, martes 26 de mayo de 2015